Hay veces que cuando una restauración se torna imposible, es mejor cambiar el rumbo y hacer renacer de sus cenizas al vehículo en cuestión de una manera diferente. desconozco si este será el caso, pero desde luego, la resurrección de la Yamaha XS650 por Auto Fabrica es una maravilla.
Todos sabemos que una restauración no es cosa que cualquiera pueda realizar. Cuando nos disponemos a restaurar algún vehículo, siempre debemos estar preparados para todo tipo de sorpresas que nos podemos encontrar según vamos desmontando y revisando. En ocasiones, la restauración es prácticamente inviable y merece más destinar el vehículo para piezas o bien, para realizaciones como la que podéis ver en las imágenes.
No suelo redactar mucho sobre motor aquí en Yclasicos, pero no porque no quiera, me encantan las motos, pero no hay tanto donde elegir como en coches. Sobre cuatro ruedas siempre hay algo de que hablar; un modelo impactante que sale a subasta, una restauración de órdago de otro modelo mítico... en cambio sobre motos hay muy poco, aunque en ocasiones suelen aparecer cosas como ésta. Si bien no se trata exactamente de un modelo clásico, si tiene como base una moto con unos cuantos años a sus espaldas y el resultado es elegante y exclusivo, sin cortar por supuesto que se trata de una realización única en el mundo.
Evidentemente habrá quien piense que hacerle ésto a un modelo clásico es una aberración, es como un restomod o un Hot Rod americano, pero en esas ocasiones en las que la restauración no es viable, personalmente creo que es mejor salvar todo lo posible de la moto en este caso, y darle una nueva vida aunque sea en forma de Cafe Racer. Y además, una Cafe Racer realmente bonita, de líneas simples, sin excesos ni horteradas y manteniendo cosas que la propia moto de origen ni siquiera tiene, como el freno de tambor delantero.
La moto que sirve de base es una Yamaha XS650 rescatada de una granja de Cornwall, Inglaterra, junto con otras tres unidades más. Decir, que la Yamaha XS650 se lanzó en 1968 y estuvo en la línea de montaje hasta 1979, pero ya tenía doble freno de disco delantero y un motor bicilíndrico de 650 centímetros cúbicos, de los que se extraían 50 CV y 54 Nm de par. Ahora es muy poco, pero entonces más que suficiente para un moto media.
Según el diseñador, Bujar Muharremi, se pasaron muchas hora diseñando cada componente y revisando cada detalle antes de ponerse a trabajar. Se hicieron bocetos a mano que se pasaron a un formato digital y de ahí, a la realidad. El deposito por ejemplo, es una sola pieza de aluminio que se extiende y se une en un solo elemento con el asiento y el colín. Por supuesto, aluminio trabajado a mano.
Las suspensiones se han revisado y reacondicionado y el motor ha sido reconstruido por completo, usando pistones más grandes que aumentan la cilindrada y por tanto también la potencia y el par, aunque no hay datos al respecto. Los escapes por su parte son de acero inoxidable también creados artesanalmente.
Para un trabajo como éste las llantas tienen que se casi por obligación de radios, siendo la delantera original de una Laverda SF750, incluyendo el freno delantero de tambor.
Personalmente, me gusta mucho esta moto, que por cierto, se llama Auto Fabrica Type 6.
Javi Martín
